03-22-2017, 12:20 AM
La verdad es que eran otros tiempos. Cuando llegaron las japos, nos llamaban a los de las italianas, pero especialmente a los de las Laverda jota y Benelli de seis pucheros los "hombres lobo", porque "comían carne cruda, dormían en el suelo y bebían gasolina"
En aquellas carreteras con escasos radares, sin cárcel por velocidad, ni carnet por puntos... lo que se han perdido los jóvenes. A veces quedábamos para ir a tomar el aperitivo a Valencia, a todo trapo toooodo el rato. Y con ropa de cuero negra. Una gozada en verano.
Y la verdad es que mi Veccia nonna tardó en ser "fumigada" por la invasión de motos "charlies" -dicho sea con todo el respeto, que este es un foro de motos japos-, porque con ese par de locomotora, era inalcanzable. Es una pena que mi actuales achaques me impidan usarla, sobre todo después de la restauración a estado +1: escapes Lafranconi de turbina, carburadores y culatas preparadas, cilindros de 1000, embrague monodisco aligerado... me faltó adaptar la doble bujía en las culatas para pasar de los cien percherones.
Y aún así, me encantaban las z/kz gordas. Y la envidia de poder arrancarla a patada cuando fallaba la batería.
¡Qué recuerdos de abuelo cebolleta!
En aquellas carreteras con escasos radares, sin cárcel por velocidad, ni carnet por puntos... lo que se han perdido los jóvenes. A veces quedábamos para ir a tomar el aperitivo a Valencia, a todo trapo toooodo el rato. Y con ropa de cuero negra. Una gozada en verano.
Y la verdad es que mi Veccia nonna tardó en ser "fumigada" por la invasión de motos "charlies" -dicho sea con todo el respeto, que este es un foro de motos japos-, porque con ese par de locomotora, era inalcanzable. Es una pena que mi actuales achaques me impidan usarla, sobre todo después de la restauración a estado +1: escapes Lafranconi de turbina, carburadores y culatas preparadas, cilindros de 1000, embrague monodisco aligerado... me faltó adaptar la doble bujía en las culatas para pasar de los cien percherones.
Y aún así, me encantaban las z/kz gordas. Y la envidia de poder arrancarla a patada cuando fallaba la batería.
¡Qué recuerdos de abuelo cebolleta!