Buenos días a todos,
llegados a este punto, con esta zephyrada ya en la memoria, y después de haber descansado lo suficiente; son los recuerdos y las sensaciones lo que viene sin parar a mi cabeza...
Esta zephyrada fue desde el momento en el que se gestó una aventura con mayúsculas, por muchos motivos, pero principalmente por la distancia a recorrer. Era la primera en la que invertiría más de un día en el trayecto y esto implicaría un punto más de previsión, cálculo de las rutas, repostajes, etc.
2 días de viaje y uno de diversión y esparcimiento en tarifa..están locos estos zefireros!
Las dos semanas previas al inicio del viaje las pasé poniendo a punto a la zephyr, cambiando ruedas, aceite..el rodamiento del embrague de la cadena...y organizando la ruta; solo había podido coger viernes y lunes en el trabajo, y esto implicaba salir el jueves de Coruña por la tarde..
El miércoles 14 de Junio por la mañana el panorama era el siguiente: La moto estaba limpia y lista para el viaje, las noches de hotel para ida y vuelta en cáceres reservadas en un hotel con aire acondicionado y las gasolineras para repostaje escogidas de acuerdo al criterio "solo 24 horas",esto era necesario tenerlo en cuenta, porque saliendo casi de noche me quedaba sin opciones para repostar en determinados puntos de la ruta.
El miércoles 14 de junio por la tarde todo cambió por completo. Se había ido a probar la zephyr y en una reducción de 4ª a 3ª la palanca de cambios se quedó fija en 4ª sin opción de engranar otra marcha...A 24 horas de la salida hacia el sur, nos encontramos con que la aventura se ha quedado sin protagonista.
Es en estos momentos cuando las decisiones que se toman, dejan a un lado la razón, para alinearse definitivamente con el corazón.
En el trabajo, hasta arriba de chollo, pasaban por mi cabeza las distintas alternativas, había 3, pero desde el primer momento sabía que la tercera, que implicaba quedarme en casa y abortar no era una opción. La segunda opción pasaba por tomar el coche y descafeinar la aventura con comodidades y aire acondicionado..y la primera? la primera.. la primera era afrontar el viaje con la moto que le dio a Colin Edwards y a Noriyuki Haga la victoria en las 8 horas de Suzuka en 1996... La yamaha YZF 750SP. Y que mejor montura que una campeona de resistencia para sustituir a la zephyr en este viaje?
El miércoles 14 de junio por la noche me encontraba en una terraza delante de una cerveza bien fría, imaginando la aventura que tenía por delante...y en mi cara poco a poco iba dibujándose una sonrisa...
Estamos ya a Jueves 15 de Junio, y todavía son las 16.00 de la tarde, mi plan es salir de A Coruña en coche sobre las 17.00 horas para llegar a Ourense a las 18.00 y montar las maletas en la moto. Entre unas cosas y otras acabé saliendo a las 20.00 horas, con el sol cayendo y como objetivo llegar a Zamora antes de que se hiciera de noche. Cuando llevaba unos 20 km empecé a echar de menos a la zephyr, la postura en la yamaha es muy "al ataque" y lo sufren las muñecas y el cuello, sin embargo descubrí que a medida que la velocidad aumenta, la postura se vuelve más cómoda, ya que el aire que viene de frente se cuela entre la pantalla y el pecho levantándote y provocando la agradable sensación de flotar...pero flotar es incompatible con ir despacio..tremendo dilema!
Cenando en una área de servicio, cerca de Salamanca
La mayor dificultad de esta primera parte del viaje consistía en acertar con las gasolineras 24 horas, porque dada la escasa autonomía de la Yamaha, saltarse una de ellas provocaría no llegar con suficiente gasolina a la siguiente ( y fue así, paré en varias para estirar las piernas y en ellas me recibió el silencio y la noche)
La temperatura de madrugada no bajaba de los 30 grados en las llanuras extremeñas, y las largas rectas me invitaron a exprimir la yamaha en varias ocasiones...
Sobre las 1.30 de la mañana Cáceres me recibió con bochorno, y yo solo quería descansar debajo del aire acondicionado
A la mañana siguiente, me encontré con Jose que llevaba en la ciudad desde el día anterior, con un corto cruce de mensajes quedamos en el comedor para desayunar y contarnos las batallitas del viaje, emocionados ante lo que se nos venía por delante, y sobre todo por el hecho de disfrutar de la libertad de rodar, sin horarios,sin agendas, sin tareas programadas ni reuniones a última hora.
En Mérida nos encontramos con Chema, con el desayuno en la mano y con la alegría de los grandes compañeros que se juntan cada año para vivir la aventura de la reunión de las clásicas de Akashi.
Enfilando la ruta hacia el sur, las dehesas extremeñas nos recibieron con calor y más calor, que aumentaba a medida que seguíamos avanzando por la ruta de la plata..parada y almuerzo en Santa Olalla, buen menú charlas de amigos, mirada de reojo a la calle abrasada por el calor de las dos de la tarde...y vuelta a ponerse en marcha, con el sol dando de lleno sobre nuestras cabezas...
Hay momentos decisivos en la vida de una persona, pueden ser acontecimientos especiales que la cambian, grandes alegrías o disgustos...y hay momentos que lo son porque llevan a tu cuerpo al límite, donde sabes que lo que estás viviendo te está exigiendo tanto a nivel físico y mental que solo tu propia fuerza de voluntad y el empuje y ayuda de tus compañeros te salvan de un final trágico..
Y la circunvalación de sevilla a las 15.00 horas de este día 15 de Junio fue uno de estos momentos..
Habíamos entrado en los alrededores de la ciudad con el termómetro subiendo por encima de los 40C, todos los cierres de ventilación cerrados, porque abriéndolos solo se conseguía un chorro de calor abrasador, el tráfico se volvía cada vez menos fluído y la velocidad descendía paulatinamente de los 100 km/h 80 km/h... El humo de diesel se colaba en la respiración y se mezclaba con el calor aumentando la sensación de calor y desasosiego. A lo lejos en los paneles informativos de información, se veía el desvío hacia Cádiz, pero antes de tomar dicha ruta (y con ella la liberación al salir de aquel atasco de calor, coches y camiones ) había que enfrentarse con el duro trance de atravesar el rio guadalquivir... el puente del quinto centenario se recortaba a lo lejos, su pendiente coronada por una línea inacabable de vehículos se mostraba amenazante, y su limitación a 60 km/h la última estocada decida a tumbar a este servidor. A medida que nos acercábamos la velocidad disminuía, el aire dejaba de correr, el humo de los tubos de escape se hacía más denso, y el electroventilador de la yamaha, como si de esa manera se quejase de la situación ,enviaba infernales corrientes de aire recalentado en sus entrañas a más de 80 C.
5, 4, 3, 2... 80,70, 60, 40 km/h la larga fila de coches se estaba deteniendo, y allí no había nada más que sol, calor y contaminación.. Empezaba a notar escalofríos, la cabeza se me iba por momentos, pero no, allí no me podía detener, dándome ánimos y luchando por salir de aquel infierno comencé a zizaguear entre coches camiones y autobuses hasta llegar al arcen, entretanto obsvervaba con horror como un camión se estaba estropeando..una retención allí sería fatal.
Comuniqué a mis compañeros la situación, que observaban incrédulos mis reacciones desesperadas en busca de una sombra, una gasolinera..una puerta que nos sacara de aquel calor. Ya llegando a dos hermanas no pude más y me desvié bajo un puente, paré la moto y me tiré en el suelo...definitivamente había aprendido el signigicado de ola de calor, golpe de calor, andalucía y moto refrigerada por agua con carenado. Chema y Jose, exponiendo su integridad se reunieron conmigo y gracias a ellos, todo se quedó solo en un buen susto.
Las siguientes dos horas las pasamos de gasolinera en gasolinera, bebiendo y sudando, pidiendo por favor que el sol perdiese intensidad y poder continuar nuestra ruta.
Ya llegando a Véjer, por la entrañable (pero peligrosa) ruta del toro, la brisa marina se convirtió en viento muy fuerte, lo que nos obligó a aprender a controlar el viento lateral en moto, inclinándonos como si de una curva se tratara y combatiendo sus fuertes rachas.
Cuánto estábamos aprendiendo en tan poco tiempo!
Ya llegando a Tarifa nos encontramos con un coche que había golpeado un muro, fuera tumabada sobre el asfalto yacía la conductora siendo atendida por varias personas..son este tipo de cosas las que te ponen los pies en el suelo, y te demuestran que por encima de todo, lo más importante es regresar.
Después de 12 horas de periplo (que fueron 3 más en el caso de Chema) y con muchas ganas de reencontrarnos con vosotros, llegamos al camping, recibidos con Melón, abrazos y achuchones...todas las penurias del trayecto son recompensadas por este momento! Muchas gracias compañeros!
Reconozco que durante la cena no era yo, el cansancio y el calor me estaba pasando factura y solo tenía ganas de tirarme en cama y dormir..
El sábado 17 Tarifa nos despertó con calor y viento, me levanté temprano para grabar en mi mente esa imagen de las dunas, el mar y áfrica...pero al salir del bungalow me encontré a ese fenómeno/especimen, sin el cual una zephyrada no sería una zephyrada que consiste en hombres semidesnudos engrasando y echando aceite 20w50 a la zephyr en el amanecer. Que grandes sois!
La ruta fue divertida, pero tenso sin mi zephyr, en una moto que me exigía mucho en curva, con viento y el firme muy resbaladizo se volvía muy peligrosa...me contenté con "abusar" de las otras por el clásico método de acelerar a fondo en el doble carril subiendo, para después rendirse como un cobarde a la primera (curva) de cambio. En esa circunvalación de Algeciras toda llena de zephyres furiosas y de furgonetas y coches que se incorporaban sin piedad me recordó que nunca he estado en Egipto, pero hay un poco de espíritu del Cairo en esos tramos de asfalto!
La subida al castillo por esa carretera ratonera me puso en el sitio cuando la moto hizo dos rectos, también puso en el sitio a Gumo cuando creyó que iba pinchado y lo que estaba era derrapando
Arriba, en el bar del amante de Camarón conocí a Ivanovi, una gran persona y un crack! Un placer haberte conocido!
La vuelta a tarifa fue atropellada, con una zephyr llameante que consideró que volver a sevilla rodando no estaba entre sus planes.
La comida en el chiringuito de 10, las cervecitas tirados en los colchones charlando con zephyreros de 11 y el baño en el mar, lo que la convirtió a la zephyrada en perfecta (nuevamente gracias Jhon, Dolores,Iván y todos los que hicisteis todo lo posible para que todo saliese tan bien)
Por la tarde, antes de la cena me fui de relax a Tarifa, a reencontrarme con sus calles y su ambiente, tb me reencontré con Vespasito, nos dimos una vuelta y nos tomamos unas cañas a la salud de todos! Un abrazo campeón!
Por la noche la cena y las copas, el discurso anual de Ralf y el Armignac, las bebidas espirituosas regionales, y la morriña que me invade y me entristece..al saber que esto se acabaa.
Quiero saludaros a todos, y al ser tanta gente no pude hablar más tiempo con más gente, pero deciros que formamos un grupo cojonudo, que tranaciende por encima de una moto, y que deseando estoy de la zephyrada IX allá donde sea!
Ráfagas y Vs amigos!
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