Viaje a los Alpes

[irus]

Por fin nos vamos a los Alpes suizos.

Hacía muchos años que tenía pendiente este viaje. Por diferentes circunstancias, nunca se había dado el momento preciso de emprender esta empresa y este año por fin ha podido ser.

Tengo la costumbre de visitar blogs de crónicas de rutas en moto y siempre me ha causado una gran admiración ver las fotos y videos de los Alpes franceses, italianos y suizos. Leía con admiración las crónicas de  volusionator, uet, pibe (hablando de los nuestros) además de otros moteros que cuelgan sus viajes en la red. Veía las fotos de los famosos pasos como Grimsel, Furka, etc y pensaba cuando llegaría el momento de verlos  realmente.

La preparación del viaje estaba hecha desde hacía bastante tiempo. Suiza es un país de un alto nivel de renta per cápita y para nuestros bolsillos la hostelería y la restauración es bastante cara. Hemos viajado sin reservar buscando alojamiento la misma tarde, pero teniendo en cuenta la premisa anterior, este año reservamos con mucha  anticipación. También hemos tenído en cuenta el hecho de buscar un apartamento debido a la duración del viaje. Al  llevar poca ropa en el equipaje, era necesario encontrar un lugar dónde poder hacer la colada.

Explicando un poco el viaje, la noche antes dejamos ya todo preparado para salir pronto. Cada persona es un mundo y nos llevamos diferentes tipos de objetos personales cuando vamos de viaje, pero además del equipaje habitual recomiendo:

-Pasaporte (aunque con el DNI es suficiente, siempre que salgo me gusta llevarlo).
-Tarjeta sanitaria europea. Se solicita por internet y la recibes por correo en casa en menos de un mes.
-Duplicado de llaves que las lleve siempre encima vuestra pareja o acompañante. No sirve de nada  guardarlo en el bolso y después dejarlo en el baúl.
-Documentación de la moto y también recomiendo dejar escaneada una copia en alguna nuve dónde se pueda recuperar en caso de necesidad.
-Otro juego de guantes.
-Un pequeño kit de herramientas básico. Normalmente siempre suelo llevar cinta americana, cinta aislanate, bridas de plástico, bombillas de repuesto, locktite (me fue de maravilla)  y acostumbrado a viajar con la Zephyr,  llevé un litro de aceite, pero no fue necesario rellenar ya que nuestras Pan, no consumen nada aceite en viajes largos.
-Linterna de leds.

La intención era la de madrugar ya que la ruta era bastante larga. Tenía la intención de acercarme lo más posible a Chamonix. Los nervios me hicieron levantar antes de que sonara el despertador y empezamos la ruta al amanecer.

 

 

76.258 km al iniciar el viaje.

 

La mayoría del viaje era por autopista y gracias al comentario de un gran viajero,  que más adelante ya os diré quien es, nos desviamos un poco para visitar Combe Laval.

 

 

Una de las pocas buenas vistas desde la autopista.

 
Después de bastantes horas de viaje, toca reponer fuerzas. Me quedé sorprendido la cantidad de gente que hay en las áreas de servicio haciendo pick-nick.

Las autopistas francesas son un poco caóticas, por transito y accidentes. En sentido contrario nos encontramos con tres grandes retenciones. No me extraña, pues en general  hacen unos cambios de carriles fuera del sentido común.

Por cierto, en los peajes no aceptan las tarjetas de débito y en cambio en las gasolineras no aceptan las de crédito. Si podéis, mejor pagar por caja pues de lo contrario te pasan un  cargo de 125,00 euros que después te devuelven y cargan el importe exacto del carburante consumido.

Los km van pasando y llegamos a la altura de Falaises de Laval,  salimos de la autopista en dirección a Combe Laval.

 

 

 

 

El consejo que me habían dado fue bueno ya que las vistas son espectaculares y además nos relajamos un poco del estrés de la autopista conduciendo por una carretera revirada.

 

 

Una parada más antes de llegar a nuestro destino, Albertville.

 

El paisaje ya empieza a cambiar.

 

Nos espera una merecida ducha y descansar un rato en el hotel.

Una anecdota a comentar pues en al menos en este hotel, no pude cargar ni los intercomunicadores, móviles, tablet, camara de fotos y video, etc debido a que el enchufe era diferente al de los nuestros.

Eran de este tipo:

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En la habitación sólo había uno y era como el de la foto. Cuando he viajado al Reino Unido si que llevé un adaptador, pero esta vez creía que eran iguales. En Chamonix me encontré con éste mismo tipo y otro con tres agujeros. En éste último si que pude enchufar los cargadores.

A la mañana siguiente teníamos la primera gran ruta por Suiza e Italia. En lugar de ir directos desde Albertville a Chamonix, hicimos una ruta bastante larga, no en kilómetros pero si en horas.Nos llevaría a ver los dos primeros puertos que quería tachar de la lista de pendientes, el Petit Sant Gothard y el Grand Sant Gothard. En carreteras de montaña, cuando se quiere organizar  una ruta, se debe de tener cuidadado con las distancias que  se quieren recorrer. Aunque pienses que no son muchos kilómetros, se eternizan pues las velocidades son muy bajas.

 

Antes de nada nos dirigimos a una cafetería que habíamos visto durante el paseo de la tarde anterior ya que no tenía contratado el desayuno. Fue un acierto ya que el hotel era cómodo, pero el desayuno era muy sencillo. Resultó ser un punto de encuentro de los moteros de la zona, pues al cabo de un rato el parking estaba lleno de motards.

 

 

La carretera que va hacia Beaufort es preciosa.

 



Un poquito más adelante, se encuentra el Lac de Roselend

 

 

 

 

Continuamos la ruta hasta coronar el puerto.
Intercambio de favores, le hago una foto a un ciclista y él nos la hace a nosotros.

 

 

 

Queda  muy poquito para nuestro primer puerto mítico.

 

 

Paramos para hacer foto e hidratarnos.


Mientras estoy "babeando", sorpresa. Unos amigos para Vulcan, la perrita viajera.

 

 

Aunque hay que decir que Vulcan va más equipada con sus gafas, cascos y chaleco.

Fotos para inmortalizar el momento.

 

 

Reemprendemos la marcha hacia Aosta. Sentía curiosidad de ver el lugar (soy un fan de la película Gladiator) dónde estaban apostadas las tropas del General Máximo Décimo Merídio, hispano.

 

La bajada es espectacular.

 

Nos encontramos a estas dos bicicletas con placas solares.

Llegamos a Aosta al mediodía y aunque ya habíamos estado en Italia, no habíamos probado la auténtica pizza hecha con horno de leña.

 

 

Con el estómago lleno y bajo un Sol de justicia, damos un paseo por el centro.

 

 

 

Reempredemos la marcha hacia el Grand Sant Bernard.

 

Vigilar y no entrar al tunel.

 

 

 

 

 

El segundo puerto, conseguido.

Entramos en Suiza, tomamos dirección a Martigny y antes de llegar giramos hacia el Col de la Forclaz. Un puerto bonito y que además permite circular a buen ritmo. Antes de entrar a Francia, hay unas gasolineras con tiendas de venta de chocolate y recuerdos. Aprovecho para comprar la vignette. Primero pensé que su precio era excesivo, pero en vista del coste de los peajes de la ida y venida por Francia, cambié de opinión.

 

No tardamos mucho en llegar a Chamonix, dónde nos esperaba Bernard, el dueño de un B&B que reservé en airbnb. Recomiendo el lugar por el trato y las instalaciones.

 

 

L´ Aguille du Midi.

 

Las vistas desde la casa son impresionantes.

Después de dos días de muchas horas de moto, hoy toca subir al teleférico que sube a L´ Aguille du Midi y después ir en el telecabina hasta Italia cruzando Mer de glace.

 

 

 

 

 

 

 

 

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Podría colgar cientos de fotos del lugar, quedé impresionado por la sensación de magnitud que puedes sentir.

Por la tarde aprovechamos para visitar Chamonix.









A la hora de cenar, hos nos damos un homenaje y probamos la fondue sarvoyarde típica del lugar



A la mañana siguiente nos vamos con mucha pena de Chamonix, pues han estado dos días fantásticos. Bernard nos despide y nos desea buen viaje.



La ruta prevista para hoy era esta:



Me repito mucho, pero las vistas de las carreteras suizas superaron mis espectativas.







Fijaros el detalle del portabicicletas en la trasera del autobus.









Coincidí solamente con 6 ó 7 Paneuropean ST1300 y 2 ST1100, en cambio perdí la cuenta de Goldwings.



Llegamos sobre las 15:30 después de comer y de comprobar lo caro que es Suiza. Dos ensaladas, dos Coca Cola y dos cafés: 43,00 euros. Un café sólo costaba 4,10. Las Coca Colas también 4,00 euros. Sólo comimos fuera otra vez más y en un lugar recomendado. El resto de las comidas y cenas las hicimos en nuestro apartamento. Lo que me sorpendió por su precio bajo en comparación con los precios de nuestro país, fueron los entrecots de ternera, pues en el supermercado no llegaban a los 10,00 euros el kilo.

Nos esperaba Adrián. También lo contraté por airbnb y desde luego que lo recomendaré a todas mis amistades. El apartamento estaba muy bien equipado,cómodo, con un montón de detalles extras, las vistas increibles y el dueño también muy amable. Era la primera vez que utilizaba airbnb para reservar los alojamientos y tenía un poco de miedo por la mala fama que tiene en Barcelona, pero de verdad que he tenído mucha suerte con los dos propietarios y sus alojamientos. La casa completa es del mismo dueño y el vive en la parte de arriba. Alquila la planta baja (la nuestra) y el primer piso.





Por cierto, aunque en Suiza los enchufes eléctricos también son diferentes, aquí si que pude conectar todos los aparatos eléctricos




Los 5 puertos.

Hoy será el gran día. De los 7 puertos que tenía como objetivo (los petit y grand Sant Bernard, Grimselpass, Nufenenpass, Furkapass, Oberalppass y Sustenpass) ya habíanos hecho 2 y nos quedaban los otros 5 que los haríamos hoy, pues están relativamente juntos. También tenía en la recámara otros 2 opcionales según se dieran las circunstancias (San Bernardino y Splügenpass).



Cruzando Interlaken





Subiendo hacia Grimselpass









Conseguido, pero empiezo a mirar y no encuentro la moto que tantas veces había visto en internet. No está por la parte del puerto que hemos subido. Está en la parte de la bajada del puerto.



Nos hacemos varios fotos para tener un recuerdo del momento. Voy a comprar el adhesivo con el nombre del puerto y se han agotado.



Empezamos el descenso y podemos ver la carretera que sube hacia el Furkapass.











Llegamos a Nufenenpass.



La foto de rigor.











Reemprendemos la marcha bajando en dirección al siguiente puerto, el Furkapass.







Esta última va con dedicación, concretamente para Vapor.

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Otra foto para el recuerdo.



Nos encontramos con otra Paneuropean.

Después de unas cuantas fotos, nos vamos hacia el Oberalppass.









La carretera para ir al Oberalppass tiene pendientes menos pronunciadas que la de los puertos anteriores.









Llegamos al cuarto puerto del día.

Circulado hacia el último puerto que tenemos que subir, el Sustenpass, veo la silueta de una moto que me resulta familiar. Es una Zephyr 550 matrícula alemana.





"Cazada" y colgadas las fotos en el foro.

Hace un día muy soleado y paramos a tomar un refrigerio en un bar motard.



El lugar muy bonito, pero por dos vasos de una Coca Cola de 2 litros que tenían en la nevera medio pasada y la otra entera caliente, nos cobraron 4,00 euros.


Ya sólo nos queda llegar al quinto puerto, el Sustenpass.

Reemprendemos la marcha después de hidratarnos y el paisaje continua maravilládonos.







Hasta ahora el tiempo nos ha respetado y hemos hecho los anterirores puertos con Sol, pero conforme va avanzando la tarde, las nuves empiezan a hacer acto de presencia.



Llegamos a nuestro destino. Conseguidos los 5 puertos.







Ha sido un gran día, pero ahora debemos de volver a Merligen. Aunque cómo he dicho anteriormente (en el mapa parecen estar juntos) no están separados por  muchos kilómetros pero  si por muchas horas encima de la moto.











Empieza a llover y es el momento de buscar un lugar dónde ponernos el equipo de lluvia.



Turismo.

Después de hace realida mi sueño, es la hora de hacer un poco de turismo por Suiza. No pretendemos hacer un gran tour. Es necesario disponer de muchos días para poder visitar tantos lugares extraordinarios.

Lucerna no está muy lejos y tenía la intención de visitar dos lugares que tenía vistos en otras crónicas moteras. Uno es el Léon de Lucerna ( Lösendenkmal) y el otro es el puente antiguo (Kapellbrücke) que atraviesa el rio Reuss.

El día empieza complicado pues llueve bastante. Al llegar a Lucerna empeora y buscamos un lugar dónde protegernos de la lluvia. No pierdo la esperanza pues en los pocos días que he estado en Suiza he podido comprobar que el tiempo en un mismo día cambia muchas veces. La esperanza es que deje de llover para poder visitar la ciudad.









 









Aún equipado con el traje de lluvia, pero con la esperanza de que dejara de llover.

















Al final se puedo hacer la foto sin lluvia

Lausana.

En principio no teníamos la intencion de visitar Lausana, pero todos los intentos de quedar con nuestro "tutor" en Suiza resultaron infructuosos. Los horarios laborales y los compromisos nos impedían conocerlo  en persona, Por ese motivo cambiamos el plan incinial de visitar Berna para desplazarnos a Lausana y agradecerle en persona todo lo que había hecho por nosotros. Es gratificante estar lejos de casa y tener a una persona que se preocupa por cómo te van las cosas, recomendarte lugare para visitar y ofrecerte su ayuda desinterasada para cualquier cosa  que

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ecesites. Alex es el hijo de Pibe y si su padre es un grande del foro, puedo aseguraros que él es un auténtico crack. A pesar de su juventud es un motero experimentado ya que ha recorrido una infinidad de paises en moto. Un pozo de sabiduría. Muchas gracias por todo tu apoyo  y si alguna vez necesitas algo y te puedo ayudar, no dudes en contactar conmigo.























Maison Cailler

Situada en Broc.Visita recomendada a la fábrica de chocolate Nestle. Explican cómo se introdujo en Europa el chocolate, el proceso de elección de las materias primas, la fabricación y al final una  degustación.



Como venía siendo habitual, el chaparrón diario antes de llegar.











Trümmelbachfälle

Son unas cataratas en el interior rocoso de la montaña en la localidad de  Lauterbrunnen. Están consideradas las mayores de Europa de este tipo. El agua proviene del deshielo de los glaciares del Jungfrau.


Están situadas en un valle de gran belleza, la ruta para llegar es muy agradable para la vista.









 



Es impresionante la cantidad de metros cúbicos de agua que van cayendo y el estruendo del agua en el interior de las cuevas.















Los días en Merligen llegan a su fin y nos vamos hacia Valdidentro (Italia) para poder hacer el Stelvio. De camino subiremos a Sant Gotardo. Son los dos últimos puertos que nos quedan.





Se levanta el día apararentemente sin intención de lluvias, pero con las temperatura muy baja.



Aunque ya me estoy acostumbrando al paisaje, no deja de sorprenderme.

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Paramos a tomar un te bien caliente y nos encontramos a esta pareja. El medio de transporte que utilizan para viajar si que produce cansancio. Son mucho más jóvenes.



Al llegar a Sant Gotard, me equivoco y en lugar de ir por la "tremola"(a la derecha de la foto) subo por la carretera con el asfalto "normal". La bajada si que la hacemos por la tremola ya que el paisaje es mucho más bonito. Esta calzada la construyeron los romanos y aún aguanta el paso de los vehículos actuales.



¡Ya sólo nos falta el Stelvio!



Aparcamos para comprar el típico adhesivo con el nombre del puerto y me encuentro otra sorpresa



Otra Kawasaki Zephyr 1.100 con matrícula de Suiza y con un estado de conservación extraordinario. Son motos que ya tienen 25 años y ésta concretamente sólo tenía 21.000 km.
Me espero un poco para poder saludar al dueño, pero no aparece.



Empezamos la bajada por la tremola.











Vamos haciendo kilómetros y nos acercamos a la frontera italiana.



El clima ya empieza a cambiar aunque también es zona alpina.





Es hora de comer y paramos en este restaurante. Vaya diferencia de precio con Suiza.



Un cappuccino.

Después de otra larga jornada de viaje, llegamos a nuestro destino, Valdidentro. Es un pueblo típico de montaña que vive del turismo, en invierno con sus estaciones de esquí y en verano con sus actividades al aire libre.



Esperando a que nos recojan para ir al apartamento.







Habían muchas empresas dedicadas a la madera.



Stelvio.

Tenía muchísima ilusión por subir al Stelvio. Esperaba tener también el buen tiempo que habíamos tenído en los demás puertos, pero no fue así. Salimos de Valdidentro con el cielo encapotado, pero nada más llegar a Bormio empezó a llover y cada vez la lluvia y el frio arreciaban más. Llegamos y la temperatura bajó a 4º.



Lo único bueno hasta el momento fue que al llegar aparqué detras de otra Pan con matrícula francesa y a los pocos segundos aparece otra con matrícula alemana.



Estaba muy "mosqueado"pues de todos los puertos que quería ver, el Stelvio era el preferido.



Suerte que mi mujer me hizo reir con las matriculas de las Pan, dijo que parecía el chiste de: un alemán, un francés ...





Esperamos más de una hora para ver si despejaba el día, pero parecía que había tormenta para largo.





Esta es la mejor foto y aún así está bastante nublado.

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l viaje lo teníamos previsto y reservado hasta aquí. La vuelta era libre y buscando un alojamiento conforme fueramos avanzando. Estando mirando por la tablet la posible ruta de vuelta, veo que tengo una oportunidad única de hacer realidad la ilusión de mi mujer, visitar la Toscana. Yo ya había cumplido mi sueño con los Alpes y ahora era el momento de que ella cumpliera el suyo. Busco una oferta en Grimaldi para embarcar en Civitaveccia y compro los billetes. Cuando ella se despierta le explico y empezamos a busca un casa rural al lado mismo de San Gimignano.

La ruta no la cuelgo, pues en realidad no se exactamente el recorrido exacto. El GPS me hizo de las suyas en un par de ocasiones y el trayecto fue más largo que lo teníamos previsto. Al final fueron más de 550 km hasta llegar a nuestro destino.



Llegamos a la casa rural. Esta en medio del campo y a un paseo de 20 minutos a pie de San Gimignano. En el nucleo urbano no se puede aparcar y hay que dejar lo coches en unos parkings exteriores.





Es un lugar que se debe de visitar. Es famoso por sus innumerables torres muy bien conservadas.





























A la mañnana siguiente fuimos a visitar Florencia.



La Catedral de Santa Maria del Fiore me gustó mucho, pero Florencia me recordó mucho a Barcelona, toda llena de turistas. Es agobiante caminar entre tanta gente y con la calor que hace,







En Italia hay muchas ciudades que sus calles parecen autéticos museos. Hace años visitamos Roma y tuvímos la misma sensación. Vas caminando y los monumentos van apareciendo por todos los lados. No sabes a dónde mirar.

























La intención era estar todo el día, pero sólo aguantamos hasta el medio día.



Por la tarde Grimaldi me envía varios correos diciendo que nos retrasan para el día siguiente la salida hacia Barcelona. Es una buena put.... Nos destroza nuestros planes ya que el sábado teníamos un compromiso familiar ineludible y además del considerable incremento de gasto de alojamiento, comida y cena pues debíamos quedarnos un día más. Al final tomanos la desición de volver por carretera.

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Salimos a las 9.00 de la mañana de San Gimignagno. La idea inicial es intentar llegar el mismo día o hacer el mayor numero de kilómetros posibles. Vamos parando cada 250 km para beber, estirar las piernas y llenar el depósito. El viaje no tiene nada de especial ya que sólo los primeros kilómetros son por pueblecitos de la Toscana, pero pronto nos incorporamos a la autopista que no abandonaremos hasta practicamente llegar a casa.



No he comentado nada anteriormente, pero en Italia la gasolina es incluso más cara que en Suiza y Francia.



La autopista es muy aburrida pero nos permite ir haciendo kilómetros rapidamente.







La jornada se hace larga pero finalmente llegamos a casa a las 21:10







Al final del día han caído 1,142 kilómetros y el marcador final es de 80.590 kilómetros,

El total del viaje es de 4.432 kilómetros y como viene siendo habitual en nuestras máquinas, sin rechistar en ningún momento. Son unas viajeras incansables.