12-04-2019, 02:03 PM
La verdad, es que algún día quisiera contárselo pero aún no he visto el momento. Entonces se dará cuenta que no era tan gastona de aceite y neumáticos.
Ya he comentado que el viaje de vuelta lo hice por la noche, lo que no he contado fue lo que me pasó porque es tan extraño como poco creíble, pero es cierto.
Por entonces había que pasar por el puerto de montaña de Miravete, el caso es que a la 1 de la madrugada me encuentro con una patrulla de la guardia civil. Estos estaban dando el alto de manera aleatoria, a lo lejos vi a uno de ellos que me encendía el pirulo azul para parar en el arcén, entonces pensé que ahí había terminado la aventura y finalmente me habían pillado (seguramente no estaban al tanto de lo sucedido 2 días antes).
El caso es que decidí parar y asumir las consecuencias, bajé la velocidad y puse intermitente a la derecha y casi llegando a la altura del agente y casi ya detenido, éste volvió a encender el pirulo indicándome que continuara, a lo cuál decidí no discutirle y poner intermitente a la izquierda y alejarme poco a poco.
Aún no entiendo que se le paso por la cabeza al agente para dejarme ir, lógicamente no sabía nada de lo sucedido lo cual no iban buscando ninguna moto, el caso es que me volví a librar de una buena. Quizá las horas que eran no tenía ganas de complicarse, o tal vez fueran registrando maleteros y pensó que no puedo esconder mucho en una mochila a la espalda y seguramente por eso me dejó marchar. El caso es que si me hubieran pedido la documentación, da igual lo que les hubiera contado la sanción hubiera sido muy maja... Gracias a que no fue así.
Ya llegando a casa y después de unos cuantos km a la espalda y con el neumático ya muy desgastado (a esas edades no tienes en cuenta los peligros) el neumático se iba deshaciendo, cada vez que reducía la velocidad para detenerme en un semáforo, la rueda trasera serpenteaba y me deslizaba de lado a lado, síntoma de un desgaste trasero a las últimas. Al llegar al garaje, tenía algunos hilos a la vista. Volvió a conectar el cable del acelerador y la tape con su funda exactamente igual a como la encontré y ahí no había pasado nada...
Me sorprendió que no me dijera nada por el desgaste tan evidente del trasero, pero ya iba tan gastado que no creo que se diera cuenta. Eso es algo que quisiera preguntarle cuando le cuente la historia.
Cuando vea el momento os prometo que le contaré esta y otras historias y os informaré de su expresión, seguro que nos echamos unas risas...
Ya he comentado que el viaje de vuelta lo hice por la noche, lo que no he contado fue lo que me pasó porque es tan extraño como poco creíble, pero es cierto.
Por entonces había que pasar por el puerto de montaña de Miravete, el caso es que a la 1 de la madrugada me encuentro con una patrulla de la guardia civil. Estos estaban dando el alto de manera aleatoria, a lo lejos vi a uno de ellos que me encendía el pirulo azul para parar en el arcén, entonces pensé que ahí había terminado la aventura y finalmente me habían pillado (seguramente no estaban al tanto de lo sucedido 2 días antes).
El caso es que decidí parar y asumir las consecuencias, bajé la velocidad y puse intermitente a la derecha y casi llegando a la altura del agente y casi ya detenido, éste volvió a encender el pirulo indicándome que continuara, a lo cuál decidí no discutirle y poner intermitente a la izquierda y alejarme poco a poco.
Aún no entiendo que se le paso por la cabeza al agente para dejarme ir, lógicamente no sabía nada de lo sucedido lo cual no iban buscando ninguna moto, el caso es que me volví a librar de una buena. Quizá las horas que eran no tenía ganas de complicarse, o tal vez fueran registrando maleteros y pensó que no puedo esconder mucho en una mochila a la espalda y seguramente por eso me dejó marchar. El caso es que si me hubieran pedido la documentación, da igual lo que les hubiera contado la sanción hubiera sido muy maja... Gracias a que no fue así.
Ya llegando a casa y después de unos cuantos km a la espalda y con el neumático ya muy desgastado (a esas edades no tienes en cuenta los peligros) el neumático se iba deshaciendo, cada vez que reducía la velocidad para detenerme en un semáforo, la rueda trasera serpenteaba y me deslizaba de lado a lado, síntoma de un desgaste trasero a las últimas. Al llegar al garaje, tenía algunos hilos a la vista. Volvió a conectar el cable del acelerador y la tape con su funda exactamente igual a como la encontré y ahí no había pasado nada...
Me sorprendió que no me dijera nada por el desgaste tan evidente del trasero, pero ya iba tan gastado que no creo que se diera cuenta. Eso es algo que quisiera preguntarle cuando le cuente la historia.
Cuando vea el momento os prometo que le contaré esta y otras historias y os informaré de su expresión, seguro que nos echamos unas risas...