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ALGECIRAS - ASTURIAS - ALGECIRAS
#1
Unas fotos de mi subida a Asturias en los últimos días de septiembre 2009

El plan era subir lo más pegado posible a la raya de Portugal y sin utilizar peajes ni autovías e intentando ir siempre por la carretera de menos categoría disponible. Dormir donde me cogiera la oscuridad y no tener más planes. Bueno sí,ahorrar dinero de forma obsesiva.

La moto cumplió los 80000 kms a la altura de Fregenal de la Sierra y en una cuneta, a la entrada de una dehesa me pare a inmortalizar el momento, echar un pis y comer un bocata. Como colofón a tan inolvidable momento pulsé el botón equivocado y se esfumaron las fotos con el ultimo resto de carga de las pilas.

La noche me alcanzó en Cheles, pegado a Portugal. Me habían dicho en el pueblo anterior que allí estaba la cola del pantano de Alqueva, con cabeza en ese pueblo de Portugal y que era de momento el mayor de Europa. Que allí en Cheles habían montado un complejo turístico que estaba muy bien.


Total que me encajo allí y tras varios kms de polvo y pedruscos, siguiendo los letreros de playa, me encuentro con cuatro bancos de madera, dos o tres barbacoas y un restaurante merendero cerrado hasta la temporada que viene. Todo en medio de la nada la oscuridad y el silencio más absolutos.

[Imagen: 6o1yfaa.jpg]
[Imagen: uusJpeJ.jpg]


Después localizar un lugar discreto tras unos arbustos donde dormir ruedo de nuevo hasta Cheles, me meto en un bar, me tomo varias cervezas, llamo a la parienta y le digo que estoy de camping y me vuelvo a intentar conciliar el sueño en medio del aquel secarral.

Noche de estrellas, cerveza y cansancio.


[Imagen: vLCEIXE.jpg]


Con la luz del amanecer recojo el plástico, meto el saco en la maleta y carretera. La vista gana con la mañana. Olía a cuchu y en alguna finca estaban haciendo carbon de leña, unos enormes montones de algo que parecía tierra humeando.


[Imagen: oD8vj9C.jpg]



Intenté cruzar el Guadiana a Portugal pero el Ferry, lancha, o bote de troncos que el mapa Michelín indicaba no estaba ni se le esperaba así que desayuné en Olivenza y crucé a Portugal por el puente como todo Dios.

[Imagen: CyzzVaJ.jpg]



Mi idea era simplemente comprar una pegatina de esas que se pegan en la maleta pero acabé saliendo por cerca de puebla de Sanabria sin encontrar la puñetera pegatina, pagando la gasolina a un euro veinte donde menos y perdiéndome cincuenta mil veces. No intento decir que las carreteras Portuguesas estén mal indicadas sino que no sabes dónde vas y no sabes interpretar las indicaciones. Por ejemplo para ir de Gijón a Bilbao sé que Santander y Llanes están en medio ( ¿o era Luarca?) pero en Portugal lo que te dice la señal no sabes (no sé) si es el fin de la carretera o la siguiente aldea.

Una parada para comer algo con vistas a un hermoso valle y un vertedero pirata.


[Imagen: 1osDuq4.jpg]


Total, que tocaba hacer noche al sur de Puebla de Sanabria. En la famosa por los lobos Sierra de La Culebra.

Entré en España por Trabazos, Zamora y allí un hombre muy amable intentó convencerme de que para ir a Puebla de Sanabria diera un rodeo por la general. Que por dónde yo quería ir no había, gasolina, ni tráfico y que la carretera era mala y estrecha y que me podía encontrar con animales por el medio.

En Nuez, el siguiente pueblo, con sólo quitar las fárolas ya podrían filmar una película ivanhoe. ¿Que guapo! Eso sí, por la calle nada más que ancianos a la fresca muy sonrientes e intrigados con mi presencia y gatos, muchos gatos. En el único bar que encontré me paré a recabar más datos de lo que había más adelante, especialmente si era bosque, dehesa o fincas de cultivo, todo con vistas a pasar otra noche al raso. El chaval del bar fue super enrollado, me dío una fotocopia de un mapa muy detallado de la zona y me dijo que no me preocupara por los lobos, que yo no los iba a ver ( ¿ Y ellos a mí?, pensaba yo). Que lo que sí iba a oir eran los ciervos que estaban terminando con la berrea.

Sin tenerlas todas conmigo seguí ruta y empecé a cruzar una zona de bosque con muchas pistas que salían a los lados y se perdían en el monte. Me metí por una de ellas, acomodé la moto fuera de la vista y planté yo otro pino por primera vez en dos días. En eso estaba cuando empezaron a sonar como tiros (ya era casi de noche os recuerdo) y ahí sí que me cagué. Yo pensaba que seguro que eran furtivos y que ese no era lugar seguro para dormir. Era como una vaguada o pequeño valle donde si alguien llegaba yo sería el último en verlo. Aun así, señale el lugar y la forma de llegar a él con tiritas de papel higiénico sin usar para poder encontrarlo en medio de la noche y salía buscar el siguiente pueblo, el siguiente bar y la siguiente cobertura de movil para llamar a mi sufrida esposa desde el camping de Puebla de Sanabria.

Todo eso lo encontré en Moldones. Así como conversacióncon los vecinos e interés por su parte por mi moto y especialmente por las maletas. Me dijeron que la Sierra de La Culebra empezaba unos pueblos más allá y con ella la carretera mala, mala de verdad. Entonces, por aquí no hay lobos dije yo. No, no aquí también hay Me contestaron. No iban a ser ellos, los de la comarca de Aliste menos que los otros. ¡Faltaría más!

Iba yo resignado a dormir en aquella hondonada cuando me dí cuenta que los alrededores de Moldones eran terreno llano, no boscoso y con una escapatoria más fácil ante cualquier eventualidad, así que a un par de kilómetros metí un manilladorazo y rodé doscientos metros páramo a través hasta detrás deunos arbustos. Apagué las luces tiré el plástico y la esterilla en el suelo, tendí el saco y en chupa de cueroy calzoncillos empiezo a escuchar ruidos de animales cada vez más cerca. Mi primera intención fue encender el motor y las luces para espantarlos pero busca tú a esa hora las llaves, sí no me encontraba ni esas cosas que se supone tenemos los paisanos por allá abajo. Encontré la linterna y lo que veo que me rodea son varios pares de ojos, amarillos unos y verdes otros. No eran lobos pero entre los ladridos, los gruñidos y los aullidos a mí me daba lo mismo. Yo había llegado tranquilo porque no había ganado por allí y ahora no me explicaba de dónde coño habían salido aquella media docena de bichos. Lo primero que se me ocurrió fue echarle, al que más fuerte tenía el ladrido, un cacho de salchichón, mi salchichon. Pero fue mano de santo. El animal lo que tenía era hambre vieja. Me lo acabé de ganar con una barra de pan y un par de latas de fuagrás. Cuando comió en mi mano entendí que yo había ganado esta batalla. Me eche a dormir pero el sueño tardó en llegar. En medio de aquel páramo, bajo una impresionante Vía Láctea y con la historia del perro de los Baskerville en la cabeza oí la berrea de los venados a lo lejos (menos mal que ya sabía lo que era porque si me dicen que era el Yeti me lo hubiera creido) y una especie de fortísima cencerrada de origen humano entreverada con gritos ininteligibles en la distancia que se prolongó una hora o quizás más. Yo allí, acurrucado en medio de una noche igual a la de la humanidad antigua, rodeado de aquellos animales poco amigables y oyendo las detonaciones automáticas que por aquella zona utilizan para espantar a los animales durante la noche ( lo que yo había pensado que podían ser furtivos mientras cagaba resultaba ser un inofensivo dispositivo a gas para espantar pájaros), pensé estar asistiendo a una escena de tiempos paganos cuando Roma era joven. Sólamente el clic-clac del motor de la Kawa al enfriarse me recordaba el siglo en el que estaba


El perro amigo mío toda la noche anduvo por allí. Me olió la cabeza, los pies y todo lo que quiso. Mantuvo al resto de los perros a distancia y cuando desperté al alba lo encontré acurrucado muy cerca mío y se levantó enseguida a saludarme y dándole con la pata a la maleta donde guardaba la comida.

Desayunó fabes y yo me fui de alli con tristeza. Ni un solo coche había pasado en toda la noche.


[Imagen: adiIxow.jpg]

Hasta llegar a Puebla de Sanabría la carretera empeoró bastante. Pero, baches a mí...


[Imagen: mA53dEs.jpg]
[Imagen: wLezUnf.jpg]
[Imagen: KaGiRFj.jpg]


Y llegué a Puebla de Sanabria.

[Imagen: A0U04zQ.jpg]



De Palacios de Sanabria a Ponferrada hay una carretera por la que no pasa practicamente nadie. Son unos 90 kilómetros en los que se sube hasta los 1950 metros. La carretera es de piso rugoso y ancha con un trazado muy tendido. Es una gozada conducir por allí. Alguna bajada es bastante pronunciada y hay muchos tramos sin quitamiedos pero yo os la recomiendo. Me entretuve en contarlos y me crucé con tres coches, tres. En Palacios de Sanabria tienes que tomar como referencia el pueblo de Truchas porque nadia va por allí hasta Ponferrada. Eso decían los lugareños que no tenían muy claro hasta donde llegaba la carretera.

[Imagen: MEqJ3PZ.jpg]
[Imagen: jKWSGRm.jpg]
[Imagen: Ig8KykW.jpg]
[Imagen: anWO8gC.jpg]
[Imagen: kwoUrD8.jpg]
[Imagen: h52yJ4R.jpg]
[Imagen: 5pea9aA.jpg]




Pasé a Asturias por la pista minera de Valdeprado. Empieza en Páramo del Sil y te deja en Cerredo. De allí tiras hacia Cangas del Narcea o hacia Villablino. Yo tiré hacia Cangas. Hacia Magadán.

[Imagen: KzWEz6b.jpg]


Segunda parte del viaje aquí:

asturias-leon-zephyr-off-road-t1509.html



Del viaje de vuelta solo reseñar el frío que pasé hasta Salamanca, a donde llegué más o menos a medio día. La foto está tomada cruzando Babia durante una de las varias paradas que tuve que hacer antes del alba para reterme los refajos porque el aire helado se me colaba tripa arriba y me ennegrecía las perspectivas del viaje pensando en lo mucho que me faltaba. Subir Leitariegos (o cualquier otro puerto asturiano)en medio de la noche y la niebla más cerradas para encontrarte en Castilla con un día despejado pero con un frío de cortar no es nada que a los motoristas asturianos nos pille de nuevas. Pero cuando te quedan por delante unas 11 ò 12 horas de viaje te hace replantearte lo acertado de tus aficciones. Eso sí, los chorizos que llevaba de copiloto llegaron perfectamente conservados.

[Imagen: 1bgINyD.jpg]
[Imagen: VVbXT9f.jpg]


La antigua nacional 630 es ahora la vía de servicio de la nueva autovía a Sevilla y fue la que tomé porque para ir a 120 / 130 me resultaba más entretenida. Lo que pasa que a veces, la señalización te confunde y te saca de nuevo a la autovía. Nada Grave.

Hace unos años me pilló la noche en la provincia de Salamanca y tuvé la inolvidable experiencia de pernoctar en hostal El Rubio. Espero que de entonces acá hayan adquirido la costumbre de cambiar las sábanas entre cliente y cliente porque en aquella época les parecía un lujo excesivo o demasiado gasto. Eso siempre que no alquilaran los cuartos por horas si les hacía falta a las funcionarias del puticlub que se ve un poco más allá. De todas formas, me parece que no les va demasiado bien la cosa...

[Imagen: XIgy7jX.jpg]


A la entrada de Mérida me toca repostar detrás de un trío de BMWs, unos 15000 ? por barba les calculo yo. Y después de hacerme esperar un buen rato a que se acomodaran el paquete como hacen los toreros (viéndolos comprendí que es todo un arte) No se le ocurre ocurre a uno más que espetarme ¿dónde está el Mac Donalds?

Lo más lógico hubiera sido responder dos cosas: lo primero Se dice 'buenos días'; y lo segundo En la calle Los Moros, ¡no te jode!

No sé cuántos de vosotros le preguntaríais lo mismo en medio de Badajoz a un tío en una moto con matrícula de Alicante cargado de bultos y que se ve que de paso y que va lejos. No sé pero, igual que me dijo mi amigo Jason en cierta ocasión: No te inquietes, existe la vida más allá de la calvicie, alguen debería decirles, existen los viajes más allá de la BMW

A mí la verdad es que sólo me salió decirles: no sé, yo soy de Asturias y decirles que seguro que había algún letrero. En fin..., que hay gente pa' to'.


El trocito de Huelva que se atraviesa antes de llegar al norte de Sevilla lo hice a ritmo alegre entre dos trail gordas que tenían toda la pinta de hacia Marruecos por toda la impedimenta que llevaban. Al menos yo iba disfrutando de rodar con compañía, aunque fuera virtual, y con algo de pelusa por el viaje que me imaginaba les esperaba.

Pasó que empezo a llover y al levantar la vista al cielo me salió volando la pantalla del casco made in Murcia que llevaba. No sé ni como no decapité al que iba detrás mío. La visera por ahí andara aún, me imagino.

La lluvia afortunadamente amainó y así llegué tres horas más tarde a mi casa. Sin visera, masticando moscas y abejorros pero seco y feliz y sin raya del culo.
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