06-21-2011, 05:14 PM
Despus de descansar unos minutos junto a las cruces, en la buena carretera general que conduce a Riopar, al nacimiento del Rio Mundo y de todas esas coasao que a veces te ponen en la 2, encaro el ltimo de los pasos de montaa antes de las llanuras manchegas.
Una calle de Riopar
Puerto de Las Crucetillas. Conozco el lugar por un conocido blog.
No ha sido para tanto, la verdad. No debe de ser demasiado bueno ver la vida quitando importancia a las cosas que uno que hace por el hecho de pensar que si uno las hace lo puede hacer cualquiera.
En esta vida hay que saber venderse. Ah puede estar la diferencia entre el xito o el fracaso.
"Tienes que tener ms ambicin" siempre me deca mi padre.
Bueno, menos rollos y a fin de cuentas: Yongein was there.
Bajando, lejos de todo, me encuentro con un grupo de casas que me parecieron muy british.
El asfalto empeora bastante y cruzo otro puerto ms. Me encanta el nombre.
Despus de tanta heroicidad consecutiva voy a tener que plantearme no fotografiar, obviar, aquellos pasos que no tengan, como poco 1500 metros.
Tras dejar atrs los bosques y perder altura el paisaje cambia de repente y me reencuentro con mis queridos pedregales.
Como dicen los rabes: "La vida, como el desierto, es un gran llano amarillo"
Rodando por una carretera que an huele a ministro llego a Alcaraz.
Aqu termina la sierra y comienza la monotona de la Mancha.
Aunque la belleza de las cosas, incluso de las montonas, est en los ojos del observador y en la labia de los vendedores.
Tanto es as que incluso las quemaduras de mis brazos me parecieron hermosas cuando rend viaje en Cuenca, 950 kilmetros y dos das despus de dejar mi casa, habiendo gastado en total 8,70 euros en caf, agua, cocacolas y fuagrs.
Una calle de Riopar
Puerto de Las Crucetillas. Conozco el lugar por un conocido blog.
No ha sido para tanto, la verdad. No debe de ser demasiado bueno ver la vida quitando importancia a las cosas que uno que hace por el hecho de pensar que si uno las hace lo puede hacer cualquiera.
En esta vida hay que saber venderse. Ah puede estar la diferencia entre el xito o el fracaso.
"Tienes que tener ms ambicin" siempre me deca mi padre.
Bueno, menos rollos y a fin de cuentas: Yongein was there.
Bajando, lejos de todo, me encuentro con un grupo de casas que me parecieron muy british.
El asfalto empeora bastante y cruzo otro puerto ms. Me encanta el nombre.
Despus de tanta heroicidad consecutiva voy a tener que plantearme no fotografiar, obviar, aquellos pasos que no tengan, como poco 1500 metros.
Tras dejar atrs los bosques y perder altura el paisaje cambia de repente y me reencuentro con mis queridos pedregales.
Como dicen los rabes: "La vida, como el desierto, es un gran llano amarillo"
Rodando por una carretera que an huele a ministro llego a Alcaraz.
Aqu termina la sierra y comienza la monotona de la Mancha.
Aunque la belleza de las cosas, incluso de las montonas, est en los ojos del observador y en la labia de los vendedores.
Tanto es as que incluso las quemaduras de mis brazos me parecieron hermosas cuando rend viaje en Cuenca, 950 kilmetros y dos das despus de dejar mi casa, habiendo gastado en total 8,70 euros en caf, agua, cocacolas y fuagrs.