SARAVILLO (img)

[Yongüein]

Dicen que el tramo entre Astorga y Ponferrada es el más duro del Camino de Santiago y en invierno la nieve es frecuente y abundante. Desde luego la carretera es sólo regular y yo iba a hacerla de noche y lloviendo. Esperaba, por este orden, no encontrarme con algún jabalí y que me dejaran dormir en Manjarín, cosa que no tenía muy clara.

No se me hizo largo. La moto y yo íbamos bien e incluso me detuve en una iglesia que me pareció perfecta como plan B. Atravesé pueblos desiertos y en tinieblas y durante unos metros un ave nocturna fue delante mío a mi misma velocidad.

Tenía gas, estaba alimentado, la moto era un reloj, la noches siempre acaban y el mundo parecía en orden.


Llegué a Manjarín más o menos a la media noche. Paré el motor y subí una cuesta de roca viva hacia donde parecía que se adivinaban unas sombras. Antes que ningún rostro vi una mano que buscaba la mía. Era bienvenido.

¿Sabeis el chiste aquel del alemán, el francés, el brasileño y el motorista que hacen un concurso a ver a quién le huelen más los pies...?



Dormí poco pero creo que eso me permitió disfrutar más intensamente del momento. De la sencillez de dentro y de la tormenta, que ahora sí, se desató con fuerza afuera.