Creo que con tristeza por ambas partes el trío se parte poco después de Lourdes y Jaime y yo seguimos camino sin Gemma.
Espero de verdad que volvamos a coincidir.
Pasamos por Pau e hicimos un tramo por una autopista de peaje. A la hora de salir hubo uno que no encontraba el ticket y no se le ocurrió apartar la moto hasta que la fila de franchutes cabreados :evil: :evil: :evil: :evil: tenía unos cincuenta o sesenta metros de larga. :oops: :oops: :oops: :oops:
¡Coño, Jaime!, ¿dónde tenías la cámara, hombre? Esos momentos benijilianos hay que inmortalizarlos :lol: :lol: :lol:
En Saint Jean Pied de Port.
El paisaje, el ambiente, la arquitectura, los rótulos ya eran totalmente vascos. El Iparralde.
Vaya pintas
Sin darnos ni cuenta entramos en España.
La frontera no está señalada pero el tiempo cambió radicalmente y perseguidos por una nubes cada vez más bajas y amenazando con llover hicimos las curvas del primer puerto.
Paramos a cenar en Roncesvalles junto al enorme albergue de peregrinos. Esto en la edad Media debía ser uno de los centros de la cultura, la religión, la economía, la civilización, en suma, de un mundo en su mayoría de bosques, oscuridad y caminos llenos de bandidos.
Estuvimos sopesando la idea de vivaquear en cualquier prado pero Jaime venía sin saco y el tiempo no lo aconsejaba.
Encontramos una habitación con las BBB en el siguiente pueblo, que si no recuerdo mal era Burguete.
Ya de noche, al llegar me gustó, y la gente que nos encontramos fueron muy amables pero al despertar me entraron ganas de quedarme mucho más tiempo. Yo creo que el paraiso en la tierra es tener gallinas y cerdos de vecinos y la moto en su garaje de la planta baja.
¿Qué estará maquinando?
¡Que mamonazo!