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(10-18-2016, 02:31 AM)rubalkjet escribió: Yon ahora que me acuerdo...como acabó el viaje..
Después de esta mini quedada interregional, que finalizó sobre las 17.00 horas en a Pobra de Trives ( a las faldas de cabeza de Manzaneda) yo decidí seguir camino hacia Llanes.
Fui en compañía de Yon y Jose hasta las inmediaciones de Ponferrada, nos despedimos a las 19.00 más o menos, ellos siguieron la ruta hacia el noroeste de Asturias, y yo me dirigía hacia el noreste, casi en la frontera con Cantabria (inifinita)
Me dirigí hacia Bembibre, Astorga, y después cambié la NVI por la N 120 en dirección a León. Pasé León a las 20.00 ya atardeciendo, mi ruta se encaminaba a Asturias por el Puerto de Pajares; que de noche y con tráfico fue como volver a los años en los que no había autovías...
Con la noche ya encima cargo a tope la zephyr de 95...ya que las cosas se ponen serias, siempre es mejor con el depósito lleno.
La Nacional 630 que une León con Oviedo es una carretera en muy buen estado, con largas rectas entre León y la Robla, aquí aproveché la potencia de la zephyr para adelantarme al tráfico y ganar tiempo mientras la noche me caía ya encima, de uno en uno, de dos en dos, poco a poco me iba quitando de enmedio al tráfico rodado, la temperatura empezaba a bajar, y el 4 en línea de akashi me regalaba lo mejor de sí, embrague, bajada a 4 velocidad, subida hasta las 8500 RPM, 5 marcha, otra vez con furia hasta las 9000 RPM y los faros de los demás se alejaban en la distancia en mi retrovisor..
Mientras, y de reojo veía a mi lados los campos inacabables ya cubiertos por la noche y en a mi mente "ancha es castilla", de frente la inmensidad de los montes de León se acercaba hacia mi, como dándome la bienvenida.
Agradezco los buenos consejos de Jose y Yon que me indicaron que la subida desde León hacia Asturias es cómoda y rápida, con pendiente pero con curvas de radio amplio.
A la altura de la Robla las luces de la central térmica en esa noche oscura se me asemejan a las de los edificios de una gran ciudad, como rascacielos a gran altura, y junto a los cientos de focos blancos que me encuentro a mi paso y los rojos que me preceden me crean la falsa impresión de no estar rodando por una carretera de alta montaña...
De repente, en mi retrovisor aparece un único y potente foco cuadrado, se acerca y cada vez más; cuando yo adelanto un coche, el me sigue y hace lo propio si son dos, el hace lo mismo y cada vez lo tengo más cerca... Sigue el baile, 4, 5 7500, 8500, los coches y camiones se alejan detrás de mi, pero el foco me sigue y está ya casi encima de mi, cada vez es más amplio el radio que describe mi mano sobre la maneta derecha, y más bronco el sonido de los 2 escapes de la zephyr pero ni aun así consigo deshacerme de mi perseguidor....antes de un par de curvas enlazadas que se adentran en a un túnel, me adelanta con un aullido ronco, y me doy cuenta que no son uno, sino dos las personas que van a bordo, la máquina blanca y roja baja por un momento la velocidad al entrar en el túnel, para después bajar también un par de marchas y salir alejándose en el horizonte mientras se inclina cada vez más, casi tocando el suelo del asfalto leonés.
Movido por ese espíritu que recorre como un escalofrío el cuerpo de los moteros desde los viejos tiempos, mi mente y mi cuerpo se funden con la moto, y mis ojos fijan su objetivo en ese piloto rojo rectangular, en ese neumático grueso y ese enorme tubo de escape negro, que emite un aullido que se pierde en la distancia.
Ahora sí, con unos 10 C de temperatura y con el aircooled siendo delicadamente acariciado por el aire, acelero con decisión para tratar de dar caza a la potente moto que se escapa..
3 9500,4 10.00 5 9500... Las curvas se suceden cada vez con mayor velocidad y yo, ya solo veo asfalto y líneas blancas, las reducciones son cada vez más agresivas, la zephyr sale de las curvas hundiendo la suspensión trasera, cada vez antes, cada vez más rápido, el sonido de admisión es muy grave...la pilot road 2 muerde el asfalto y la rueda delantera se aligera en cada envite. la carretera, antes recta y sin apenas curvas se empieza a retorcer sobre si misma la pendiente se hace cada vez más evidente, pero poco a poco el farolillo rojo se va haciendo más grande en el visor de mi casco.
Ya puedo ver con nitidez su matrícula, oir el rugido de su escape, percibo sus reducciones y la apertura del gas, la gasolina quemada a altas revoluciones me llega a través de las rejillas de ventilación de mi casco..pero no es suficiente, a medida que las curvas se hacen más rápidas su motor, que estira 2000 RPM más que el mío le permite escaparse poco a poco y la secuencia se repite..Curva lenta, freno trasero, golpe de gas, reducción de marcha y mi moto otra vez encima de la suya, la curva se abre y se convierte en recta y poco se aleja...
Seguimos con este baile, hasta que la máquina que llevo delante decide desviarse, lo avisa con tiempo, baja la velocidad, se aparta a la derecha, lo sobrepaso,nuestras miradas se cruzan, brazo en alto, saludo de camaradería. Esa camaradería que solo nosotros comprendemos. Desde aquí un saludo compañero, a ti y a tu acompañante. La moto: Honda CBR 600 F2 año1991, 95 cv a la rueda. Su fama es merecida.
Lo había pasado muy bien, pero a mi todavía me quedaban 150 Km, eran las 21.00 y empezaba a hacer bastante frío. Antes de llegar al punto más alto me arrimo a un lado y me pongo una chaqueta por encima, me temblaban las manos, pero no era solo por el frío...
Al llegar junto al acceso a la estación de montaña de Valgrande-Pajares me acordé de lo que José me había repetido varias veces "No te fíes, la subida desde León es muy agradable, pero la bajada es muy peligrosa, con curvas muy cerradas y pendientes por encima del 10% llegando en algunos sitios al 17%..."
Mientras esta frase daba vueltas en mi cabeza, empecé a descender el puerto, la noche era oscura como pocas había visto en mi vida, hacía ya bastante frío y las dificultades no tardaron en aparecer...Debido a que la vía alternativa ( AP 66) es de peaje, son multitud los conductores que deciden tomar la antigua carretera convencional, es por ello notable la cantidad de camiones , lo que nos traslada a otros tiempos en los que no existían autovías y el grueso del tráfico debía de encontrarse en carreteras como estas, con fuertes pendientes, y mucha dificultad para adelantar.
Otra vez en mi campo de visión solo estaba el asfalto , las líneas y señales de la carretera, curvas increíblemente cerradas con pendientes del 10% que ponían a prueba la capacidad de retención de mi zephyr y de los vehículos que me rodeaban, a medida que pasaban los kilometros, aprovechaba una vez más la capacidad de aceleración de mi máquina, y esta vez la potencia de frenada, tanto de frenos como de motor...Luces de frente que se reflejan en la pantalla del casco, cálculo rápido de la distancia, 2, 6000 RPM, golpe de gas, la moto se hunde la rueda trasera contra el asfalto, los coches pasan rápido por mi derecha, curva cerrada a izquierdas, luces de frente que se acercan, corte de aceleración en retención y freno trasero, desde los escapes se hace perfectamente audibles las detonaciones mientras la moto se acerca al coche de delante..freno delantero, la horquilla se hunde para después recuperar "firmemente" la posición inicial. Las curvas se suceden, la pendiente aumenta y la secuencia de adelantamiento se ejecuta con precisión de relojero para aprovechar cada metro, cada hueco entre coches, los camiones que adelanto me siguen y se acercan cuando el vehículo de delante baja a velocidades de hasta 20 Km/h..
Viejos olores me trasladan a otra época..una época en la que los coches y camiones, apostaban fuerte por cada uno de sus caballos de potencia y los sistemas de frenado hacían buena aquella frase hoy ya perdida en la soledad de las viejas carreteras de "Atención a sus frenos, fuerte pendiente", el olor a ferodo, a líquido de frenos en ebullición me venían a la mente, mientras la zephyr llegaba a bloquear la rueda trasera en algunas reducciones al límite de adherencia.
Al llegar a la base del puerto, decido tomar la autovia; parada en una gasolinera, café caliente y mirada fija a mi máquina, los escapes y el motor crepitan... me quedo así mirándola pasmado, como si no la hubiese visto nunca, o como aun habiéndola visto tanto no pudiese dejar de hacerlo..pero en esto creo que algo me entendéis... Los conductores de automóviles me miran, con una mezcla de indiferencia y curiosidad...mientras yo pienso que solo de este lado aprendes a estar vivo de verdad.
Me quedaban unos 100 Km, todos de autopista, los km tardaban en pasar. 120 130 140...con puntas que no merece la pena poner aquí nos llevaron a mi y a la zephyr sanos y salvos a Llanes. Eran las 23.30 de la noche, y a mi manera,había vivido una aventura..
Bravo Luis, me enganchado a tu relato pensando ¿pero qué moto sera? jajaja , muy bueno sigue así
Racing is life. Anything before or after is just waiting.
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11-03-2016, 10:00 PM
(Última modificación: 11-03-2016, 10:04 PM por jameson.)
Chulas fotos y buena crónica, pero lo que me ha dejado "flipao" ha sido el post de Rubalkjet... Por un momento he pensado que estaba leyendo un guión para una novela, como ves nos has "transportado" a tod@s
Para cuando una segunda parte??
Gracias por estos raticos
Sólo los peces muertos siguen la corriente del río
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Registro en: Mar 2010
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Moto: Zephyr 750
Ubicación: Alicante
(10-18-2016, 02:31 AM)rubalkjet escribió: Yon ahora que me acuerdo...como acabó el viaje..
Después de esta mini quedada interregional, que finalizó sobre las 17.00 horas en a Pobra de Trives ( a las faldas de cabeza de Manzaneda) yo decidí seguir camino hacia Llanes.
Fui en compañía de Yon y Jose hasta las inmediaciones de Ponferrada, nos despedimos a las 19.00 más o menos, ellos siguieron la ruta hacia el noroeste de Asturias, y yo me dirigía hacia el noreste, casi en la frontera con Cantabria (inifinita)
Me dirigí hacia Bembibre, Astorga, y después cambié la NVI por la N 120 en dirección a León. Pasé León a las 20.00 ya atardeciendo, mi ruta se encaminaba a Asturias por el Puerto de Pajares; que de noche y con tráfico fue como volver a los años en los que no había autovías...
Con la noche ya encima cargo a tope la zephyr de 95...ya que las cosas se ponen serias, siempre es mejor con el depósito lleno.
La Nacional 630 que une León con Oviedo es una carretera en muy buen estado, con largas rectas entre León y la Robla, aquí aproveché la potencia de la zephyr para adelantarme al tráfico y ganar tiempo mientras la noche me caía ya encima, de uno en uno, de dos en dos, poco a poco me iba quitando de enmedio al tráfico rodado, la temperatura empezaba a bajar, y el 4 en línea de akashi me regalaba lo mejor de sí, embrague, bajada a 4 velocidad, subida hasta las 8500 RPM, 5 marcha, otra vez con furia hasta las 9000 RPM y los faros de los demás se alejaban en la distancia en mi retrovisor..
Mientras, y de reojo veía a mi lados los campos inacabables ya cubiertos por la noche y en a mi mente "ancha es castilla", de frente la inmensidad de los montes de León se acercaba hacia mi, como dándome la bienvenida.
Agradezco los buenos consejos de Jose y Yon que me indicaron que la subida desde León hacia Asturias es cómoda y rápida, con pendiente pero con curvas de radio amplio.
A la altura de la Robla las luces de la central térmica en esa noche oscura se me asemejan a las de los edificios de una gran ciudad, como rascacielos a gran altura, y junto a los cientos de focos blancos que me encuentro a mi paso y los rojos que me preceden me crean la falsa impresión de no estar rodando por una carretera de alta montaña...
De repente, en mi retrovisor aparece un único y potente foco cuadrado, se acerca y cada vez más; cuando yo adelanto un coche, el me sigue y hace lo propio si son dos, el hace lo mismo y cada vez lo tengo más cerca... Sigue el baile, 4, 5 7500, 8500, los coches y camiones se alejan detrás de mi, pero el foco me sigue y está ya casi encima de mi, cada vez es más amplio el radio que describe mi mano sobre la maneta derecha, y más bronco el sonido de los 2 escapes de la zephyr pero ni aun así consigo deshacerme de mi perseguidor....antes de un par de curvas enlazadas que se adentran en a un túnel, me adelanta con un aullido ronco, y me doy cuenta que no son uno, sino dos las personas que van a bordo, la máquina blanca y roja baja por un momento la velocidad al entrar en el túnel, para después bajar también un par de marchas y salir alejándose en el horizonte mientras se inclina cada vez más, casi tocando el suelo del asfalto leonés.
Movido por ese espíritu que recorre como un escalofrío el cuerpo de los moteros desde los viejos tiempos, mi mente y mi cuerpo se funden con la moto, y mis ojos fijan su objetivo en ese piloto rojo rectangular, en ese neumático grueso y ese enorme tubo de escape negro, que emite un aullido que se pierde en la distancia.
Ahora sí, con unos 10 C de temperatura y con el aircooled siendo delicadamente acariciado por el aire, acelero con decisión para tratar de dar caza a la potente moto que se escapa..
3 9500,4 10.00 5 9500... Las curvas se suceden cada vez con mayor velocidad y yo, ya solo veo asfalto y líneas blancas, las reducciones son cada vez más agresivas, la zephyr sale de las curvas hundiendo la suspensión trasera, cada vez antes, cada vez más rápido, el sonido de admisión es muy grave...la pilot road 2 muerde el asfalto y la rueda delantera se aligera en cada envite. la carretera, antes recta y sin apenas curvas se empieza a retorcer sobre si misma la pendiente se hace cada vez más evidente, pero poco a poco el farolillo rojo se va haciendo más grande en el visor de mi casco.
Ya puedo ver con nitidez su matrícula, oir el rugido de su escape, percibo sus reducciones y la apertura del gas, la gasolina quemada a altas revoluciones me llega a través de las rejillas de ventilación de mi casco..pero no es suficiente, a medida que las curvas se hacen más rápidas su motor, que estira 2000 RPM más que el mío le permite escaparse poco a poco y la secuencia se repite..Curva lenta, freno trasero, golpe de gas, reducción de marcha y mi moto otra vez encima de la suya, la curva se abre y se convierte en recta y poco se aleja...
Seguimos con este baile, hasta que la máquina que llevo delante decide desviarse, lo avisa con tiempo, baja la velocidad, se aparta a la derecha, lo sobrepaso,nuestras miradas se cruzan, brazo en alto, saludo de camaradería. Esa camaradería que solo nosotros comprendemos. Desde aquí un saludo compañero, a ti y a tu acompañante. La moto: Honda CBR 600 F2 año1991, 95 cv a la rueda. Su fama es merecida.
Lo había pasado muy bien, pero a mi todavía me quedaban 150 Km, eran las 21.00 y empezaba a hacer bastante frío. Antes de llegar al punto más alto me arrimo a un lado y me pongo una chaqueta por encima, me temblaban las manos, pero no era solo por el frío...
Al llegar junto al acceso a la estación de montaña de Valgrande-Pajares me acordé de lo que José me había repetido varias veces "No te fíes, la subida desde León es muy agradable, pero la bajada es muy peligrosa, con curvas muy cerradas y pendientes por encima del 10% llegando en algunos sitios al 17%..."
Mientras esta frase daba vueltas en mi cabeza, empecé a descender el puerto, la noche era oscura como pocas había visto en mi vida, hacía ya bastante frío y las dificultades no tardaron en aparecer...Debido a que la vía alternativa ( AP 66) es de peaje, son multitud los conductores que deciden tomar la antigua carretera convencional, es por ello notable la cantidad de camiones , lo que nos traslada a otros tiempos en los que no existían autovías y el grueso del tráfico debía de encontrarse en carreteras como estas, con fuertes pendientes, y mucha dificultad para adelantar.
Otra vez en mi campo de visión solo estaba el asfalto , las líneas y señales de la carretera, curvas increíblemente cerradas con pendientes del 10% que ponían a prueba la capacidad de retención de mi zephyr y de los vehículos que me rodeaban, a medida que pasaban los kilometros, aprovechaba una vez más la capacidad de aceleración de mi máquina, y esta vez la potencia de frenada, tanto de frenos como de motor...Luces de frente que se reflejan en la pantalla del casco, cálculo rápido de la distancia, 2, 6000 RPM, golpe de gas, la moto se hunde la rueda trasera contra el asfalto, los coches pasan rápido por mi derecha, curva cerrada a izquierdas, luces de frente que se acercan, corte de aceleración en retención y freno trasero, desde los escapes se hace perfectamente audibles las detonaciones mientras la moto se acerca al coche de delante..freno delantero, la horquilla se hunde para después recuperar "firmemente" la posición inicial. Las curvas se suceden, la pendiente aumenta y la secuencia de adelantamiento se ejecuta con precisión de relojero para aprovechar cada metro, cada hueco entre coches, los camiones que adelanto me siguen y se acercan cuando el vehículo de delante baja a velocidades de hasta 20 Km/h..
Viejos olores me trasladan a otra época..una época en la que los coches y camiones, apostaban fuerte por cada uno de sus caballos de potencia y los sistemas de frenado hacían buena aquella frase hoy ya perdida en la soledad de las viejas carreteras de "Atención a sus frenos, fuerte pendiente", el olor a ferodo, a líquido de frenos en ebullición me venían a la mente, mientras la zephyr llegaba a bloquear la rueda trasera en algunas reducciones al límite de adherencia.
Al llegar a la base del puerto, decido tomar la autovia; parada en una gasolinera, café caliente y mirada fija a mi máquina, los escapes y el motor crepitan... me quedo así mirándola pasmado, como si no la hubiese visto nunca, o como aun habiéndola visto tanto no pudiese dejar de hacerlo..pero en esto creo que algo me entendéis... Los conductores de automóviles me miran, con una mezcla de indiferencia y curiosidad...mientras yo pienso que solo de este lado aprendes a estar vivo de verdad.
Me quedaban unos 100 Km, todos de autopista, los km tardaban en pasar. 120 130 140...con puntas que no merece la pena poner aquí nos llevaron a mi y a la zephyr sanos y salvos a Llanes. Eran las 23.30 de la noche, y a mi manera,había vivido una aventura..
factor narrativo 10. persecucion muy interesante, eso el la aventura del asfalto, las cbs no se quitan de la carretera...(las zephyres tampoco)
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